En noviembre de 2022 estuve de paseo por Florencia, Italia y por supuesto había que probar un gelato.
En las zonas turísticas los hay por todos lados, sin embargo nuestro guía de turismo nos dio unos datos sobre cómo diferenciar a un verdadero gelato…
- El primer aspecto es el visual. Si al entrar en una gelateria vemos esas grandes montañas de gelato que sobresalen de las tarrinas, es que algo falla. El gelato está muy por encima de la línea de frío, debido al sistema de refrigeración dentro de las vitrinas.
- El color. Debe ser natural. Los amarillos brillantes, los rosas chillones y los verdes vivos hay que mirarlos con recelo porque están reforzados con tintes.
- La temperatura. Puede parecer extraño, pero el gelato no debe estar demasiado frío, es decir, no debe dar una desagradable sensación de escarcha en la boca. Pero tampoco debe estar demasiado caliente.
- La fragancia del sabor y la persistencia aromática. Parece trivial, pero la avellana debe saber a avellana, la nuez a nuez, el limón a limón, etc. Cada sabor debe ser reconocible en su individualidad.
- El gelato de calidad no da sed. A veces se tiene esa necesidad de beber después de comer un gelato, que en cambio debería ser refrescante, casi para calmar la sed.
